El origen del Arte




LA MARCA DE LA TRIBU

No sabemos cómo empezó el arte, tampoco cuál fue el comienzo del lenguaje. Desconocemos qué motivos llevaron a los hombres primitivos a arrastrarse hasta las profundidades de las cuevas, la mayoría de las veces lugares bastante inaccesibles,  para dejarnos sus pinturas, ignoramos qué fuerza impulsó ese enorme deseo de crear. Algunas hipótesis apuntan a una concepción mágica del mundo que nos rodean, pintan a los seres que conocen para poseerlos, para invocar su protección, o propiciar su muerte. En algunos casos son la manifestación de un ritual iniciático que  nos une a nuestra  tribu.

            Desde el descubrimiento de las pinturas de la Cueva de Maltravieso, allá por el año 1956, han sido diversas y variadas la hipótesis que se levantaron para explicar el misterio de este santuario de manos, una manos a   las que les falta el dedo meñique.

            Durante varios años se habló de mutilaciones rituales, una idea prácticamente descartada hoy en día , que no casa muy bien con una sociedad de cazadores y recolectores para los que estar en plenitud de facultades físicas era cuestión de supervivencia.

            En el estudio realizado por Sergio Ripoll López, E. Ripoll Perelló, H. Collado Giraldo, M. Mas Cornellá, J.F. Jordá Pardo y Laboratorio de Estudios Paleolíticos (1999), Maltravieso, El santuario extremeño de las manos, Trabajos de Prehistoria (Madrid), vol. 56, núm. 2., para el que utilizaron distintas ondas lumínicas y técnicas de fotografía  se descubrió que las manos estaban pintadas con todos los dedos y que estos habían sido posteriormente ocultados.  El porqué es algo que reposa en el interior de la cavidad, pero probablemente responda a un código cuyo significado se nos escapa.

                Es cierto que estas manifestaciones artísticas, datadas a finales del Paleolítico Superior, aparecen en otros yacimientos en Francia, pero también en lugares tan separados entre sí como la Patagonia, Australia o el Sahara, estas últimas más modernas. Pero hasta la fecha carecemos del código para descifrarlas. 



               No obstante nuestros alumnos han imaginado la propuesta que aparece en el cómic que aparece en la cabecera de esta entrada:  La marca de la tribu  , realizado por Sara Iglesias Cháves.

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