VIAJE DE ESTUDIOS DE 2º DE BACHILLERATO

El grupo de 2º de Bto bajo la Puerta de los Leones en la ciudadela de Micenas.


Los alumnos de 2º de Bachillerato del IES "AL-QÁZERES" han realizado un viaje de estudios a Grecia del 8 al 12 de febrero de 2015. Aunque el tiempo ha sido frío, los paisajes que hemos contemplado y las emociones que hemos sentido en ese país, cuna de nuestra civilización, permanecerán siempre en nuestro recuerdo.

Iniciamos nuestro viaje con un periplo por la Península del Peloponeso. Visitamos la antigua fortaleza de Micenas, sede de la primera civilización considerada griega. ¿Quién no ha oído hablar del “talón de Aquiles”, “el canto de las sirenas”, “el caballo de Troya”, “el complejo de Electra” o “la manzana de la Discordia”? Todas estas expresiones e ideas tienen que ver con los poemas épicos La Ilíada y La Odisea ,que se compusieron hace más de tres mil años y cuya autoría se atribuye a Homero, que narran la conquista de Troya y el posterior regreso de sus conquistadores.
En Micenas se inició la expedición contra Troya, es esta la civilización que alimentó a héroes como Aquiles, Ayax, Ulises, Héctor o Paris, pero también es el espacio donde tiene lugar una de las trilogías más famosas de la antigüedad: La Orestíada, escrita por Esquilo, que por su carácter universal traspasa los límites de la literatura y de la historia.




Pincha en este enlace, si quieres saber más sobre la Civilización Micénica.



Visitamos las tumbas de  Egisto, Agamenón, Clitemnestra y Atreo , padre de los Átridas: Agamenón y Menelao,



Tholos de Atreo.


Ya en la ciudadela recordamos  La Orestíada  de Esquilo, el primero de los tragediógrafos griegos.





La ciudadela de Micenas vista desde lo alto del Tholos de Atreo, completamente mimetizada con el paisaje, parece la quilla de una embarcación, completamente inaccesible por cualquier lado, salvo por la Puerta de los Leones.



Tal vez sientas curiosidad por leer la trilogía de Esquilo, si es así pincha en el siguiente enlace La Orestíada


"William-Adolphe Bouguereau (1825-1905) - The Remorse of Orestes (1862)" by William-Adolphe Bouguereau - Unknown. Licensed under Public Domain via Wikimedia Commons.




Nuestro viaje prosiguió hasta la ciudad de Nauplia, primera capital de Grecia en el siglo XIX cuando fueliberada del dominio del Imperio Otomano. Aunque el tiempo era tormentoso, allípudimos apreciar el color del mar Egeo y los infinitos matices que el color azul puede adquirir en este país.

La siguiente etapa fue Epidauro,que alberga uno de los teatros mejor conservados de todo el mundo clásico. Enla orquestra del teatro,  Isabel Ródenas,  profesora de Música del Instituto,nos deleitó cantando La Nana de lasSiete Canciones Populares de Manuel de Falla, mientras,  todos estábamos  en la fila 34 escuchándola a la perfección.El escenario, la atmósfera y la calidad de la voz de Isabel hicieron que el momento fuera  especialmente  emocionante.
Epidauro tuvo gran renombre en laantigüedad por ser un santuario consagrado al Asclepios, dios de la medicina  y uno de los centros más
importantes de peregrinación en busca de la sanación de la época. En su museo tuvimos el primer contacto con las esculturas de época arcaica y clásica; apreciamos las distintas partes del entablamento de varios templos griegos, pudimos observar el instrumental médico utilizado en los santuarios,  ver los exvotos dejados por los peregrinos, las placas de agradecimiento dejadas por los que habían sido sanados, y distintas placas epigráficas con el Juramento Hipocrático escrito en ellas.


El colofón a aquel primer día fue contemplar el canal de Corinto a la caída de la tarde. El Canal de Corinto mide 6,3 km de largo, 21 m de ancho y 8 de profundidad,  comunica el mar Egeo con el Golfo de Corinto, divide la Península del Peloponeso del resto de la Greciacontinental   y evita a los barcos dar una vuelta de 400 km.  Se construyó entre 1881 y 1893 con un proyecto del ingeniero Ferdinand de Lesseps. 
Nuestro segundo día empezó con un invitado no deseado: la nieve. Pero, afortunadamente, conforme fuimos avanzandoen nuestro viaje, el temporal amainó ydejó el paisaje pintado de blanco, pero con un cielo azul y diáfano. Esta jornada día íbamos a hacer un viaje por las regiones de Beocia y la Fócide, era mucho lo que teníamos que ver, y nuestras expectativas se vieron cumplidas con creces.
En primer lugar visitamos el monasterios de Ossios Lukas (Lucas Herido). Un monasterio bizantino centro de peregrinación desde el s.IX d.C con unos hermosos mosaicos en el techo e iconos por todos lados.
Fue la primera vez que tuvimos contacto con la religiosidad ortodoxa: los altares cerrados al público durante la celebración eucarística, la plasticidad del escenario, las velas de los oferentes, las reliquias,  la bienvenida al penitente.  Allí  nos agasajaron con pan de los pobres y  un postre típico griego de origen turco: el loukoumos,  un dulce gelatinoso con un fuerte sabor a agua de rosas, que no nos dejó indiferentes.                    




A primera hora de la tarde, tras atravesar el monte Parnasos, morada de las Musas, mimetizado con las montañas,en un profundo valle plantado de olivos apareció el santuario de Delfos. 




Delfos es el ombligo del mundo. El origen de todo, el lugar desde donde la madre naturaleza alimenta a sus hijos. Hay una profunda falla que ha sido utilizada desde la antigüedad para desentrañar el destino de los hombres. El templo a Apolo, dios de la adivinación, era tan importante que el camino que llevaba hasta él estaba cubierto del oro de los oferentes en señal de agradecimiento. En su honor se celebraban los juegos Píticos, casi tan importantes como los Olímpicos, que dejaron su huella en vestigios tan importantes como el Auriga de Delfos, o los Epinicios de Píndaro, célebre poeta del siglo VI a. C.
Vista desde el santuario de Delfos con el valle de olivos  y  el
gimnasio  a sus pies. Abajo aparecen el
Auriga, la Esfinge y los Kouroi  del
Museo Arqueológico Nacional de Delfos.






El grupo de 2º de Bto junto al templo de Atenea Pronaia  en el valle de Delfos, un buen lugar para
recordar la Oda Pítica VIII de Píndaro que dice:

“Efímeros somos,
¿qué es uno? ¿qué no es?
El hombre es solo el sueño de una sombra”





El Tholos de Atenea Pronaia,  Atenea, la que está delante del templo.
La última parte de nuestro viaje se iba a desarrollar en la capital de Grecia: Atenas. De nuevo la nieve se unió al cortejo que inició su subida hacia la Acrópolis, y como en el día anterior su presencia realzó mucho más la belleza de los edificios. (Imagen tomada durante la visita al Ágora Romana)
La comitiva de nuestros alumnos por el Ágora Romana

Subiendo a la Acrópolis



El Partenón (Virgen en griego) es el templo de Atenea, diosa y patrona de la
ciudad de Atenas. Construido por los arquitectos Ictino  y Calícrates entre los años 447 y 432 a. C por mandato de Pericles, este templo, que ha visto la caída  y el resurgir de numerosas civilizaciones a lo largo de los dos mil quinientos  años de su historia, todavía sigue en pie, a pesar del expolio de los ingleses y alemanes (entre otros) y de la barbarie de los extranjeros  que
ocuparon Grecia.  Sigue en pie, como símbolo de la belleza atemporal, y de las maravillas que es capaz de crear el ser humano.

Foto de grupo delante de la fachada oriental del Partenón.


El templo de Erictonio y sus Cariátides.


Vista del Templo de Hefestos desde la Acrópolis


El Odeón de Herodes Ático, erigido en el año 161 de nuestra era


Los Propileos, la entrada al recinto sagrado de la Acrópolis


El monte Lycabeto, y el Parlamento en la plaza Sintagma vistos desde la Acrópolis


El teatro de Dionisos, donde se representaban las tragedias de Esquilo, Sófocles y Eurípides. Al fondo el Nuevo Museo de la Acrópolis


Las Caríatides en el Museo de la Acrópolis


Templo romano de Zeus


VIsta de la Acrópolis desde el templo romano de Zeus


Linterna de Lisícrates, monumento a un corega, es decir, un productor de teatro , s. IV a.C


Atenas y el monte Lycabeto desde el barrio de Anafiotica

Segundo de Bachillerato es una frontera en la vida de nuestros jóvenes, después de este curso muchos iniciarán sus estudios en la universidad, otros, tal vez, puedan incorporarse al mundo laboral. Como viaje ritual de fin de etapa, nuestros alumnos no solo han conocido todo lo que hay detrás de un país como Grecia, también han reconocido lo que han aprendido en sus clases de arte, de filosofía, de lengua, de historia, de inglés. Han convivido en un país diferente, han tenido que usar  varios idiomas para comunicarse, han probado y saboreado comidas muy distintas a las propias, se han empapado de una cultura muy cercana, pero a la vez muy diferente a la suya, han crecido en independencia  y juntos han disfrutado una experiencia irrepetible.
La Plaza de Monastiraki, nuestro punto de encuentro.


Comentarios

  1. Magnífico viaje, estoy seguro de que para vuestros alumnos quedará marcado como una de esas experiencias inolvidables que de vez en cuando nos regala la vida. Enhorabuena a las que lo habéis hecho posible.

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